La Maldicion de la Momia de la Mala Suerte
Cuando la ciencia y el miedo chocan, una historia sobrenatural prospera.
En algún momento de la década de 1860, cinco graduados de Oxford hicieron un viaje a Egipto.
Juntos se embarcaron por el Nilo, una atracción turística incluso entonces.
Para recordar su viaje, compraron un recuerdo en los hoyos de momias de Deir el-Bahari-
” La tapa del ataúd de una sacerdotisa de Amón-Ra”.
Los altos sacerdotes de Amón-Ra, el nombre de una deidad egipcia, eran gobernantes militares que comandaron el sur de Egipto en la dinastía 21 (1085-945 aC), un tiempo de agitación y la lucha. Potente y con tendencia a guardar secretos, el sacerdocio trabajó para apaciguar a los dioses que Egipto había enojado con claridad. Con sus grandes ojos funestos, palmas de las manos abiertas, y sus dedos extendidos, la sacerdotisa en la tapa del ataúd parecía emitir un encanto malévolo.
En su camino de vuelta de Egipto, dos de los hombres murieron. Una tercera fue a El Cairo y se disparó accidentalmente en el brazo mientras que estaba en la caza de una codorniz el cual fue amputado. Otro miembro del grupo, Arthur Wheeler, logró hacer de nuevo a Inglaterra, sólo para perder toda su fortuna los juegos de azar. Se trasladó a Estados Unidos y perdió su nueva fortuna tanto una inundación y un incendio.
A continuación, la tapa del ataúd se colocó bajo el cuidado de la hermana de Wheeler, que intentó que se fotografió en 1887. El fotógrafo murió, al igual que el portero. El traductor de los jeroglíficos de la tapa se suicido. era sólo el principio.
Hoy en día, el 5 pies de altura “tablero de la momia” vive en el Museo Británico, donde es oficialmente conocido como “artefacto 22542.” La sacerdotisa momificada que permanecio debajo de ella se ha perdido en la eternidad. Pero tiene otro nombre que se utiliza con mayor frecuencia: “. la momia de la mala suerte” Desde su llegada al museo en 1889, la desafortunada Momia ha sido culpado de todo, desde el hundimiento del Titanic a la escalada de la Primera Guerra Mundial.
¿Cómo esta pieza de madera se ha vuelto tan íntimamente y persistente relacionado con la muerte y la destrucción es una historia de los cuentos sin fin de gente que tiene miedo del cambio, de la política, de la ciencia.
Es el tipo de historia que nunca muere, sólo se alimenta a sí misma, actualización y morphing y apretando su agarre sin importar la cantidad de luz se lanza en él.
En el momento en el desafortunado mamá llegó al Museo Británico, su reputación se había filtrado a través de la sociedad privada británica. Mientras que los conservadores de museos en general, se mofaron de la supuesta maldición, los hombres en las veladas, cenas, y “clubes de fantasmas,” mencionaban historias de sus poderes.
Pero no fue hasta 1904 que el público en general sintio un tufillo de la maldición. Ese fue el año en el que un joven, gallardo y ambicioso periodista llamado Bertram Fletcher Robinson publicó un artículo de primera plana en el Daily Express, llamado “Una sacerdotisa de la muerte”, sobre la momia supuestamente embrujada. “Es cierto que los egipcios tenían poderes que en el siglo 20 no se pueden entender”, escribió.
Tres años más tarde, Robinson murió repentinamente de una fiebre, y sus amigos de inmediato pensaron en la maldición de la momia. “La última vez que lo vi me contó una hermosa historia de una momia que había causado la muerte de todo el mundo que tenía que ver con eso”, escribió Marshall Archibald, un autor Inglés y periodista.
Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, recordó que había advertido Robinson no involucrarse con la momia. “Advertí Sr. Robinson en contra de él decían con la momia en el Museo Británico”, escribió. “Él persistió, y se produjo su muerte … le dije que estaba tentando al destino mediante la aplicación de sus investigaciones, pero estaba fascinado y no se detendría.” Doyle incluso fue tan lejos como para señalar que se debe a la momia matar a alguien, fiebre sería la forma en que lo hizo. “La causa inmediata de la muerte fue la fiebre tifoidea,” escribió, “pero esa es la forma en que podrían actuar los ‘elementales’ que guardan la momia.”
Cuando los científicos entraron en tumbas para recoger las reliquias, no sólo estaban moviendo rocas, se movían formas sagrados de pensamiento.
Robinson no fue la única presunta víctima. La lista de historias sobre la influencia de la momia empezó a crecer más lejos, personas que han redactado el poder de la momia en accidentes misteriosos, una señora caer por las escaleras, una reunión de ruina financiera, un psíquico clamando que la momia lo persiguió durante semanas. Hubo un rumor que la momia había estado en el Titanic y causo la colisión mortal de la nave. Una historia el cual la momia, se le presento al Kaiser en el pico de su ira, y provocó el estallido de la Primera Guerra Mundial!
Como suele suceder, la Momia de la mala suerte llegó a Inglaterra durante una tormenta perfecta.
Era una época en que la ciencia desafiaba las creencias tradicionales, los experimentos en lo oculto eran cada vez más comunes, y cuando los cuentos de fantasmas y monstruos que amenazan estaban entrando en su edad de oro.
Los victorianos tenían miedo de muchas cosas: los imperios, la justicia, el ascenso de las mujeres en la sociedad, el conocimiento, la verdad, y el papel de la experiencia. Aparte de eso, habia una guerra en curso.
En ese momento, Gran Bretaña ocupaba Egipto. Se había invadido el país de Oriente Medio en 1882, el bombardeo de Alejandría durante 10 horas y media, en un ataque que fue en gran medida de un solo lado, los británicos no perdieron un solo barco.
Los incendios que siguieron destruyeron gran parte de la ciudad y dos días más tarde, el ejército británico entró en Alejandría y se llevaron a las fuerzas egipcias en un puñado de escaramuzas, siendo el más notable de la batalla de Tel-el-Kebir.
Debido a que la tierra de Egipto era plana y abierta, los británicos decidieron atacar por la noche. Después de una hora de lucha, los Egipcios se iban. El ejército británico se quedó en Egipto en una variedad de capacidades hasta 1922.
Mientras que la ocupación de Egipto fue un éxito militar, se exiastia el temor de la vuelta a casa.
El británico decia que estaban allí para ayudar a deponer a un gobierno tiránico, pero los británicos no estaban seguros de que ese era el trabajo de su gobierno en el primer lugar.
Pero mientras que la ocupación preocupaba a muchos, algunos no quisieron expresar sus ansiedades y así se entregaron a la coleccion de objetos que representaban el país que se trataba: Artefactos Egipcios.
“No se puede hablar de lo difícil que es ocupar otro país, porque eso es antipatriótico”, dice Roger Luckhurst, un profesor de literatura en el Birbeck College, Universidad de Londres, quien detalla el viaje de la momia de la mala suerte a través del mito y la realidad en su libro La maldición de la momia.
Ya que los temores de guerra corrieron durante gran parte de Inglaterra, la ciencia comenzó a llevar a la gente a mas conocimiento, haciendo que se preocupe de cuán lejos irían los científicos para descubrir la verdad.
Cuando los científicos entraron en tumbas para recoger las reliquias, no sólo estaban moviendo rocas, lo que se movían eran formas sagrados de pensamiento.
Esta fue también la época en la que dio a luz la prensa sensacionalista. Prensa avivava las llamas de la ansiedad y forzaba la construcción de cuentos de monstruos y momias. A finales de la década de 1890 el Daily Mail comenzo con esto.
Fue acompañado por el Daily Express, que publicó la historia original de la momia de la mala suerte “, una sacerdotisa de la muerte,”
Filósofo R. G. Collingswood escribió que los tabloides eran lugares donde se esperaba al lector a “pensar en las noticias no como la situación en de lo que estaba por pasar, sino como un mero espectáculo para los momentos de ocio.” La momia de la mala suerte era un espectáculo demasiado grande para permanecer sólo en los tabloides de Inglaterra. Un titular en 1909 de William Randolph Hearst examinador de San Francisco exclamó: “Fantasma de la momia recorre el Museo Británico:me retiro:. Durante treinta años la sacerdotisa egipcia Muerta ha sido desastrosa”
La historia de la momia de la mala suerte, Luckhurst sugiere, forjó el comienzo para una historia aún más espectacular sobre la excavación de los espíritus antiguos.
En 1922, se descubrió la tumba de Tutankamón, y los diarios tanto rigurosos y tabloides empujaban a poner sus manos en las historias sangrientas y sucesos raros.
Lord Carnarvon, el hombre que financió la expedición que encontró la tumba del rey Tut, había firmado un estricto y exclusivo acuerdo con el Times de Londres que esencialmente habia bloqueado todos los demás documentos de la historia.
La competición tomó la revancha creando los rumores de que Carnarvon, habia muerto de envenenamiento de la sangre (que fue mordido por un mosquito) poco después de la excavación, que habia muerto por espíritus vengativos egipcios. La voz Daily Express dio a una historia mas mística cristiana que afirmaba, que basada en los libros de Egipto “el castigo más grave era la irrupcion de un intruso en una tumba sellada.”
Hoy en día el Museo Británico tiene poco que decir acerca de la momia de la mala suerte. La página de artefactos de la momia tiene una nota breve, en los comentarios del museo. Se relata algunos de los mitos más notables, entre ellas que la momia estaba a bordo del Titanic, y agrega: “No hace falta decir que no hay verdad en nada de esto; el objeto nunca había dejado el Museo hasta que fue a una exposición temporal en el año 1990. “
Para Luckhurst, el desapego de los mitos por los museos es lamentable. Los mitos, dice, “nos dicen mucho acerca de cómo las personas reaccionan y responden e interactúan con artefactos antiguos.”
Una vez que un elemento está revestido de vidrio, dado un número y está archivada en una base de datos, se supone debe ser despojado de su aura mítica y mágica.
De hecho, las historias de momias todavía caminan entre nosotros. En 2013, un titular de noticias de la tarde el Manchester leer: “. La maldición de la estatua de spinning en el Museo de Manchester” La historia se refería a una estatua de 10 pulgadas de altura de un hombre, que se encuentra en una tumba de la momia egipcia, que misteriosamente se hila en su estuche de muestra. Un egiptólogo citado en el documento, explicó, “En el antiguo Egipto se creía que si la momia se destruye a continuación, la estatuilla puede actuar como un recipiente alternativo para el espíritu. Tal vez eso es lo que está causando el movimiento “.
De hecho, la base era ligeramente irregular, y pequeñas vibraciones del tráfico rodado y los pasos de los visitantes estaban haciendo la rotación estatua.
Will Gervais, un psicólogo de la Universidad de Kentucky, que estudia las creencias supersticiosas, dice el Museo Británico debe abarcar la maldición de la momia de la mala suerte. “Yo le aconsejo al museo poner a vender camisetas de la momia y verter el dinero en otros programas de ciencia-educación que tienen más probabilidades de tener éxito.”
El verano pasado se mostró la película de 1959 The Mummy en su patio. “Usted puede enterrar supersticiones de la gente con una montaña de evidencia”, Gervais dice, “y las supersticiones van a seguir creciendo.” De la misma forma que la momia de mala suerte.
[share_box]